Los implantes dentales son tornillos de titanio que, a través de una cirugía muy sencilla, son instalados en los maxilares para reemplazar a las raíces dentarias que se han perdido. Cuando el implante se ha integrado al hueso, se coloca un pilar (o muñón) que conecta al implante con la cavidad bucal. Sobre este pilar emergente se coloca finalmente la corona (o prótesis que corresponda al caso).
Actualmente en nuestro consultorio, todos los implantes dentales son instalados a través de cirugía guiada, un proceso que es 100% digital.
Esto significa que la posición final que tendrá el implante se determina antes de la cirugía, durante el diagnóstico, y se planifica un proceso mecanizado para instalarlo en esa posición exacta.
Durante tu consulta, escanearemos tus maxilares para digitalizar tu boca y tu forma de morder. Paralelamente, solicitaremos una tomografía para obtener un archivo digital con toda la información ósea de tus maxilares.
Entre ambos archivos, la tomografía y el escaneo dental, estableceremos la posición de la/s pieza/s dentaria/s faltante/s y construiremos una guía quirúrgica digital para instalar el implante exactamente en la misma posición que se planificó en la computadora.
Si bien la palabra cirugía muchas veces suele ser sobrevalorada por el paciente del consultorio dental, la utilizamos al hablar de implantes ya que los mismos se realizan con técnicas precisas y en condiciones de absoluta esterilidad, como se haría en una cirugía general. Pero desde la práctica, la colocación de un implante no es una maniobra muy diferente a una extracción dental simple. El procedimiento lleva aproximadamente 45 minutos y se practica bajo la misma anestesia local que se utiliza para arreglar una caries, hacer una extracción o un tratamiento de conducto.
Antes, se debía esperar 6 meses para la integración del implante al hueso. Actualmente, la tecnología y la calidad de los implantes que trabajamos en nuestro consultorio, permiten devolver la pieza dentaria entre 30 y 60 días después de la instalación del implante.
Luego del período mencionado, se conecta el implante con la cavidad bucal. El proceso también es 100% digital, es decir que se escanea nuevamente la boca, y se diseña una pieza dentaria de manera provisoria. La misma se imprime en resina biocompatible y se instala. Luego de un período muy corto de dos o tres semanas, se realiza la corona definitiva, la cual puede ser incluso confeccionada con el mismo diseño del provisorio, nada más que con material cerámico definitivo.
Con controles periódicos y manteniendo una muy buena higiene dental, se minimizan los riesgos de fracaso del tratamiento. En buenas condiciones de mantenimiento, el implante durará lo mismo que un diente natural.