Un lugar equivocado para lavarse los dientes
A todos nos gusta mantener una buena conducta en el gimnasio, y luego de haber entrenado por algunas semanas en el mismo lugar, descubrimos que suelen darse ciertos códigos de conducta que son cumplidos por los usuarios. Por ejemplo, es común ver que la gente bebe líquidos, pero nadie suele comer en la sala de entrenamiento. Las energías suelen recargarse bebiendo algún energizante, y ya no comiendo barras de proteínas o manzanas en el salón. Muchos pueden mirarte mal si cambias el canal de alguno de los televisores que suele haber en los salones de entrenamiento o aeróbico sin consultar, y absolutamente todos consideran de mal gusto que se hable por teléfono durante una clase.
¿Pero qué pasa con el cepillado dental? Luego de la rutina es común tomar un baño, lavarse los dientes e incluso afeitarse como parte del ritual de cierre de un día de gimnasio.
Quizás no sea una buena idea, por varios motivos. El cepillo suele transportarse de manera incorrecta en los bolsos, y además no suele cambiarse con la frecuencia debida, ya que es considerado un cepillo dental accesorio. Como las bachas de los vestuarios suelen ser de uso compartido, nadie pasa demasiado tiempo utilizándolas, ya que deben ser usadas también por el resto. Todo esto puede hacer que el cepillado resulte ineficiente. Mejor cepillate correctamente los dientes en tu casa.
Bebidas energizantes y deportivas
Las bebidas energizantes de lata suelen contener ácido cítrico como conservante en proporción elevada, lo cual resulta muy perjudicial para el esmalte dentario.
Algunos estudios analizaron comparativamente la acidez de bebidas energizantes con bebidas deportivas y se concluyó que estas últimas generan menor pérdida de esmalte dental que los energizantes.
La pérdida del esmalte dental por la ingesta de este tipo de bebidas es conocida como erosión ácida y genera un daño sobre el mismo que aumenta las posibilidades de que se formen caries, así como también suele aumentar la sensibilidad dental.
Si bien su consumo suele ser relativamente alto, muchos coinciden en que no se puede responsabilizar a un solo producto en la erosión del esmalte.
Entonces, ¿qué hacer con el consumo de estas bebidas? Antes que nada, no abusar de las mismas. Reemplazarlas en la medida de lo posible por la ingesta de agua. Y por otro lado, si las consumís, no deberías lavarte los dientes hasta al menos 40 minutos después de la ingesta de una de estas bebidas, para evitar que el esmalte que pueda haber sido reblandencido por el contacto ácido, sea eliminado por la fricción del cepillo.