Si bien la cirugía odontológica es una de las especialidades más antiguas dentro de la odontología, los cambios que se han producido en la profesión desde la utilización frecuente de implantes dentales por un lado, y las transformaciones en los parámetros estéticos actuales por el otro, han hecho que esta especialidad tenga un giro radical en su concepción misma, y en la aceptación por parte del paciente. Tal es así que muchas de la técnicas quirúrgicas actuales forman parte de lo que se conoce como odontología mínimamente invasiva.
Desde el punto de vista práctico, la cirugía bucal nos ayuda a brindar las siguientes soluciones a nuestros pacientes:
Muelas de juicio ó terceros molares retenidos
Hace varios años que en otros países se vienen desarrollado campañas de información en medios de llegada masiva, alertando a la población de los riesgos de ser portador de una muela de juicio retenida. Lamentablemente, en nuestro país, esto es un signo más de la poca educación para la salud bucal que padecemos. Según números oficiales, los odontólogos de Argentina detectan dientes retenidos en un 36 % del total de sus pacientes. El diente retenido más común es la muela de juicio, y estadísticamente las más frecuentes son las inferiores (69%). Si bien suele erupcionar aproximadamente a los 18 años, se da como plazo máximo los 25 años para su aparición en la boca. Pasada esta edad es muy factible que la pieza no erupcione nunca.
Pero, con una correcta interpretación radiográfica, puede saberse de antemano qué probabilidad de erupción tiene la pieza. La retención no se debe a un mero capricho de la naturaleza, sino que es la expresión de la evolución humana. Esto quiere decir que genéticamente el ser humano no necesita tantas piezas dentarias, ya que su alimentación se ha vuelto más blanda y fácil de ingerir. Los dientes retenidos suelen quedar silenciosos durante muchos años. Tal es así que recién a los 60 años de edad aproximadamente suelen traer complicaciones. Claro que no es lo mismo intentar operar a una persona de esa edad que a alguien que hace poco acaba de abandonar la adolescencia. El mayor problema radica en que el diente retenido suele desarrollar otras enfermedades asociadas y son estas últimas las que se manifiestan en el paciente. Quizás la complicación más temida sea la patología tumoral. El 30 % de las piezas retenidas desarrolla quistes de alta agresividad. Y de estos quistes, el 35% tiene la capacidad de desarrollar células tumorales. Si bien esto constituye el cuadro de situación de más gravedad, lo más común, y no por eso menos importante, es que las muelas impactadas traigan trastornos a los dientes y tejidos de la zona. Se generan caries importantes en las piezas vecinas, desviaciones y enfermedad periodontal severa, a tal punto que muchas veces se torna insalvable y el paciente termina perdiendo dos piezas en lugar de aquella retenida únicamente. Las infecciones son la causa más común de consulta por dientes retenidos. ¿Cuáles son las alternativas? Indudablemente, la más común es la extracción del diente retenido. Esto se lleva a cabo a través de una cirugía un algo más minuciosa que una extracción común. Cabe aclarar que se realiza con anestesia local. Son pocos los casos que requieren anestesia general. Pero la extracción no es la única salida posible. Existen varias técnicas para intentar recuperar ese diente. Algunas incluyen la liberación, donde se quita solamente el tejido que impide la erupción del diente, la movilización con ortodoncia y el trasplante a otra zona de la boca donde se haya perdido un molar. Lo importante es no dejar que el diente quede sin supervisión profesional.
Técnicas de regeneración ósea para implantes dentales
Hace ya 40 años que los implantes vienen demostrando ser una técnica exitosa para la reposición de piezas dentarias perdidas, y si bien su técnica de instalación es relativamente sencilla y casi no presenta contraindicaciones para su indicación, el terreno donde ese implante debe ser instalado debe reunir algunos requisitos para que el funcionamiento del mismo sea exitoso, como así también el resultado estético que se logra.
Cuando el reborde óseo donde se instalará el implante es deficiente, existen técnicas quirúrgicas para regenerar la zona a implantar.
El levantamiento de piso de seno es una de las técnicas más frecuentes para poder devolver altura ósea en el maxilar superior. Los senos maxilares son cavidades respiratorias que se encuentran en el interior del hueso maxilar por encima de las raíces de los molares, y son espacios que pueden ser rellenados con el fin de poder utilizar implantes. Muchas veces es posible instalar los implantes en el mismo acto en el que se realiza la elevación del piso sinusal, y en otros casos, primero debe regenerarse la zona, para poder colocar los implantes.
En los casos en los que no necesita ganar altura, sino aumentar el ancho del reborde, la técnica más frecuente suele ser el injerto de mentón. La técnica consiste en buscar una zona dadora de hueso que sea de fácil acceso, que no traiga molestias postoperatorias al paciente y que no generen ningún inconveniente estético como pueden ser las cicatrices. Por todo esto, la zona más frecuentemente elegida suele ser el mentón, ya que permite que se acceda al mismo desde el interior mismo de la cavidad bucal y puede brindar cantidades importantes de hueso a ser injertado en la zona que lo necesita.
Cirugía Periodontal
La cirugía periodontal incluye técnicas quirúrgicas que están focalizadas principalmente en la curación y mantenimiento de la salud de las encías, así como también en lograr correcciones en la forma de la misma con fines estéticos, tanto en dientes como en implantes dentales.
La enfermedad periodontal suele ser tratada con tres terapéuticas que se complementan entre sí: higiene, la medicación y el tratamiento quirúrgico.
Entendiendo que la enfermedad periodontal afecta no sólo las encías, sino al hueso que sostiene al diente y a la raíz del mismo, muchas veces es necesario realizar pequeñas intervenciones quirúrgicas en ellos para ir a tratar el foco del problema.
Las cirugías periodontales correctivas suelen perseguir fines estéticos, logrando remodelaciones de la encía con el objetivo de conseguir que los dientes se vean más largos o simétricos entre sí, y muchas veces para corregir defectos que se han generado como secuelas de la enfermedad periodontal padecida. En el caso de los implantes, la cirugía periodontal, en combinación con técnicas protéticas actuales, ha colaborado en lograr alta estética en zonas muy visibles para lograr un aspecto natural.